En La vida ante sí, la mejor novela de Ajar( Émile Ajar,seudónimo de Romain Gary), Momo —Mohamed— nos cuenta, sosteniendo todo el relato con su tono de voz, su vida en el sexto piso sin ascensor donde la muy obesa señora Rosa —judía polaca que estuvo en Auschwitz, y sobrevivió en Marruecos y en Argelia— tiene a su cuidado un puñado de hijos de prostitutas. La señora Rosa se sobresalta siempre que suena el timbre y en su refugio del sótano —su «segunda residencia»— preserva su «escondite judío». Algunas madres visitan a sus hijos en ese piso desangelado de Belleville, en territorio de judíos, negros y árabes. Momo no sabe que es árabe hasta que le insultan. Cualquier día dejará de llegar el giro de trescientos francos que cada mes alguien envía para su manutención. ...
Una mágnifica adaptación teatral:
José María Pou dirige a Concha Velasco en La vida por delante. Inmensa, poderosa e indiscutible sobre el escenario, Concha Velasco da vida a Madame Rosa, una vieja prostituta, judía y superviviente de Auschwitz, que a lo largo de su vida ha ido cuidando de los hijos no deseados de otras prostitutas. Ahora, enferma y cansada, trata de conservar consigo al último de ellos. Por esta interpretación Concha Velasco ha sido finalista como mejor actriz en los Premios Max 2010, al lado de Rosa Mª Sardá y Blanca Portillo.
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