Hola a todos.
Soy Kthi Win, de Myanmar, y soy trabajadora sexual. Gestiono una organización nacional para trabajadores sexuales —mujeres, hombres y transexuales— en Burma y soy también la presidenta de la Asia Pacific Network of Sex Workers. Hasta ahora, organizar cualquier cosa en Myanmar ha sido muy difícil. Y la gente pregunta, “¿cómo pusisteis en marcha un programa nacional para trabajadores sexuales?” Y mi respuesta es: “Nuestro trabajo es ilegal. Cada noche intentamos ganar dinero sin que nos detenga la policía. Nos hemos acostumbrado a trabajar y organizarnos juntas, así que usamos este conocimiento para idear cómo podemos establecer el National Network sin que se enfade el gobierno”.
Este tema trata de transformar el poder económico. Quiero deciros que cuando una mujer toma la decisión de vender sexo, ha tomado ya la decisión de conseguir la independencia económica. Lo que hacemos al organizar a las trabajadoras sexuales es basarnos en el poder que la trabajadora sexual ha conseguido ya por sí misma: la decisión de no ser pobre.
Como otros trabajadores, conseguimos más poder económico organizándonos colectivamente y exigiendo nuestros derechos.
La exigencia fundamental del movimiento de trabajadoras sexuales en Burma, en Asia y en todo el mundo es sencilla: exigimos que el trabajo sexual sea reconocido como trabajo.
Leer más en: Discurso al pleno, por Kthi Win, Presidenta de APNSW, en el foro AWID de Estambul, el 21 de abril de 2012 | El estante de la Citi